Carrera Decima

Hace poco realice un recorrido a pie, obviamente acompañado de varios amigos por la carrera décima, (ya que esta vía presenta un indice altísimo de inseguridad, tanto que en el momento en que edito esta nota en el noticiero Caracol de la mañana el IDU se queja de no poder realizar trabajos de noche por que le han apuñalado varios funcionarios ) iniciamos en la calle 11ª Sur hasta la calle 26 y bueno...en pocas palabras tratare de contarles la travesía donde ya se evidencia las obras de transmilenio fase III.

En la calle 11 Sur comenzando, nos encontramos con el Fucha, río milenario de cuyas aguas se sirvió el primer acueducto en la colonia, pero a pesar de su corto recorrido ya baja contaminado y esparciendo en sus alrededores sus malos olores, mas allá cruzamos el barrio Policarpa, barrio que construyo sus cimientos con la sangre de sus líderes y lideresas, allí se encuentra por doquier almacenes de textiles que venden telas a la lata, caminando más hacia el norte se encuentra el hospital San Juan de Dios, sumergido en un profundo sueño de olvido y abandono, en esta zona es característico escuchar el silbido del viento que baja raudo desde las montañas acompañado de un frió glacial que hace castañear nuestros dientes y nos deja ahí, en medio de la calle tiritando de frió, siguiendo encontramos a ambos costados, almacenes de muebles con sus ofertas para los recién casados que en algunos casos ofrecen facilidades de pago a las parejas, por algo dicen “el que se casa quiere casa y costal para la plaza” y bueno estamos en la Carrera Décima con Calle Sexta, sitio conocido antiguamente como “siete vueltas”, donde se encontraron vestigios arqueológicos, allí fueron encontrados, 3 muros que según la información histórica que se posee, hicieron parte de las bases del Puente Córdoba, ubicado sobre el río San Agustín, el cual su construcción se inicio en 1886 y estuvo a cargo de los ingenieros Rafael Nieto París (1839-1899) y Ruperto Ferreira (1845-1912). Y a unos cuantos pasos del desaparecido cartucho, donde Vivían indigentes de todos los pelambres y que el alcalde de momento nos hizo el favor de repartirnos la pobreza por todas las localidades, y es que el plan centro no solo busca sacar a los indigentes sino también a todos los propietarios de esta zona para darle en bandeja de plata el negocio a los grandes urbanizadores (mejor un solo urbanizador)en el proyecto de renovación centro, En esta zona también se encuentran las llamadas “fufurufas” con su mirada triste y su piel gastada por los años y los días, esta zona la comparten con muchísimos negocios de Compraventa, allí llega el parroquiano con su televisor al hombro a empeñarlo por unos pocos pesos, y así cubrir las necesidades de su hogar, tv que muy seguramente perderá, aquí ya el trafico se vuelve lento y ensordecedor, a estas alturas ya se hace tenaz respirar, el smog se vuelve insoportable, y la ropa empieza a oler a gasolina, Hay instantes en que todos los conductores se ponen de acuerdo para echar pito y arriar el trancón y porque no la madre al de la buseta de adelante, llegamos al legendario San Victorino, sitio que por tradición e historia desde el comienzo de la patria se consolido como sector comercial, este es el gran bazar persa de la zona, aquí se vende y encuentra de todo a precios módicos y para todos los gustos, aquí ya tenemos que ir echándole candado a los bolsillos e irnos colocando otro par de ojos, !por si las moscas!, cerca ya encontramos la famosa Jiménez, con su río San Francisco, que hace años atrás sacaron un tramo a flote para adornar este lugar, llegamos a la 19, lugar de altísima afluencia de gente y claro también de reponeros, ¡y por fin la 26! donde se encuentra el encopetado hotel Tequendama, la iglesia de San Diego, y detrás de esta, la réplica de la famosa fuente de “el mono de la pila” allí antiguamente todas las aguateras iban a quejarse de todos los males que las aquejaban, y bueno... porque no hacerlo nosotros, que a estas alturas tenemos el rostro pintado de hollín, olemos a chivo, estamos estresados y con los pelos parados del susto generados por este “Decimazo”