Una lámpara compacta de bajo consumo CFL (del inglés compact fluorescent lamp) es una lámpara electrónica fluorescente que trabaja con circuitos integrados, y contiene mercurio en una cantidad de unos 2 miligramos, mil veces menos que un termómetro, esta sustancia es extremadamente tóxica, ya que afecta el sistema nervioso infantil en desarrollo. Tiene la capacidad de acumularse en organismos (bioacumulación) y de concentrarse en las cadenas tróficas (bioamplificación), especialmente en la cadena alimentaria acuática, y esto hace que algunos peces de consumo habitual, como el atún o el pez espada, contengan cantidades de mercurio que pueden suponer un riesgo para la salud. El metilmercurio traspasa fácilmente la barrera placentaria y la barrera sanguínea del cerebro, por lo que es especialmente peligroso para las mujeres embarazadas y en edad fértil que pueden acumularlo en su organismo y traspasárselo a sus hijos. Un estudio reveló que la CFL cuando se rompe, libera altos niveles de mercurio al aire. Los estándares admiten generalmente 300 nanogramos de mercurio por metro cúbico en el aire, pero si una de estas ampolletas se rompe se liberan automáticamente 50.000 nanogramos por metro cúbico o más de 166 veces el nivel de seguridad. Aunque las ampolletas CFL no están consideradas, ni son tratadas como residuos peligrosos, deberían serlo por el enorme perjuicio que conllevan para el medio ambiente, Pero es que, por si todo lo anterior fuera poco, las ampolletas CFL emiten altos niveles de radiación, causando dolores de migraña, alteraciones en el sueño y fatiga, entre otros problemas. A diferencia de las ampolletas incandescentes tradicionales, las CFL emiten “energía sucia” en exceso, o frecuencias electromagnéticas, un hecho que ha sido poco entendido por los ecologistas, o por los medios de comunicación. Según David Stetzer de Stetzer Electric, las lecturas por encima de 50 GS (Gauss) son indeseables y dañinas. El autor asegura que después de medir los efectos de las ampolletas de CFL en casa con un contador Graham/Stetzer, siete de las 11 ampolletas testadas generaron niveles superiores a 50 GS, algunas incluso muy superiores. Este es el resultado de su test con marcas comerciales en venta en USA:Lumacoil 15W ~700+ GS unidades
Commercial Electric 4W ~200+ GS, ~220+ GS
n:vision 14W ~200+ GS
n:vision 9W ~140+ GS
Commercial Electric 9W ~70+ GS
n:vision 9W ~70+ GS
Lights of America 13W ~70+ GS
Lights of America 20W ~35+ GS
Sylvania 13W ~ 20+ GS
Compax (GE) 15W ~0+ GS, ~0+ GS
IKEA 11W ~0+ GS
La cuestión es que estamos hablando de niveles de GS de una sola bombilla y los niveles de seguridad de 50 GS tendrían que ser la lectura máxima superior combinando todo lo que hay en tu espacio (ordenadores, televisores, wifi, teléfonos...) por lo que en realidad cualquier nivel de 20 GS o 35 GS en una sola bombilla es una barbaridad.
Nota: cuando se rompa una bombilla CFL en un recinto cerrado lo que tienes que hacer es cerrar rápidamente el cuarto, esperar un buen rato para que el polvo se asiente en el piso, use guantes y mascarilla, aspire cuidadosamente.
Nota: cuando se rompa una bombilla CFL en un recinto cerrado lo que tienes que hacer es cerrar rápidamente el cuarto, esperar un buen rato para que el polvo se asiente en el piso, use guantes y mascarilla, aspire cuidadosamente.

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