La Quimera del Oro es la película de la que Chaplin más orgulloso estaba, hubo tomas que llegaron a repetirse más de 100 veces porque él quería que todo estuviera perfecto, hay escenas inolvidables por lo divertidas que pueden llegar a ser: ese ataque de entusiasmo que le da al vagabundo cuando las chicas le prometen ir a comer con él en Nochevieja; la cena de botas; la aventura de la casa al borde del precipicio; o ese inolvidable y mítico baile de los panecillos que ya la había hecho antes el entonces caído en desgracia Roscoe “Fatty” Arbuckle en la cinta The Cook, pero es Chaplin el que perfecciona esta escena que dentro del contexto de la película es hermosa y bastante poética, escena que a través de los años no me canso de ver, y bueno…espero la disfruten y se diviertan como lo hago yo, en el 2009 seguiremos con los temas ambientales.
¡! Felicidades y prospero año en el 2009 !!
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